Tentación de alfarero.
Ciclico y constante, como una letanía, el ruido del plato me ayuda a centrarme. Solo hay giro y barro.
Con una leve presión de mis dedos el barro humedo cambia de forma, creando un mundo nuevo.
Creo y destruyo para volver a crear. Solo el barro y el ruido del plato.
Tacto y voluntad para crear y alterar el mundo. Daría lo que fuese por poder ser alfarero, pero el calor del camarote ha vuelto a despertarme, y sigo siendo marino.
Me asomo a la ventana a disfrutar de la brisa y contemplo, como siempre. Viajar y contemplar, sin dejar huella, asi es la vida en alta mar.
Me pregunto cómo sería vivir para cambiar la cosas, para hacerlas nuevas, con voluntad y tacto.
La voz del oficial de guardia me saca de mi ensoñación, es hora de subir a cubierta y coger mi catalejo, aun queda un universo por descubrir, dejemos a otros que lo remodelen.
Del barro solo queda una sombra de recuerdo fresco en la palma de mis manos.
Con una leve presión de mis dedos el barro humedo cambia de forma, creando un mundo nuevo.
Creo y destruyo para volver a crear. Solo el barro y el ruido del plato.
Tacto y voluntad para crear y alterar el mundo. Daría lo que fuese por poder ser alfarero, pero el calor del camarote ha vuelto a despertarme, y sigo siendo marino.
Me asomo a la ventana a disfrutar de la brisa y contemplo, como siempre. Viajar y contemplar, sin dejar huella, asi es la vida en alta mar.
Me pregunto cómo sería vivir para cambiar la cosas, para hacerlas nuevas, con voluntad y tacto.
La voz del oficial de guardia me saca de mi ensoñación, es hora de subir a cubierta y coger mi catalejo, aun queda un universo por descubrir, dejemos a otros que lo remodelen.
Del barro solo queda una sombra de recuerdo fresco en la palma de mis manos.