sábado, junio 28, 2008

Tentación de alfarero.

Ciclico y constante, como una letanía, el ruido del plato me ayuda a centrarme. Solo hay giro y barro.
Con una leve presión de mis dedos el barro humedo cambia de forma, creando un mundo nuevo.
Creo y destruyo para volver a crear. Solo el barro y el ruido del plato.

Tacto y voluntad para crear y alterar el mundo. Daría lo que fuese por poder ser alfarero, pero el calor del camarote ha vuelto a despertarme, y sigo siendo marino.

Me asomo a la ventana a disfrutar de la brisa y contemplo, como siempre. Viajar y contemplar, sin dejar huella, asi es la vida en alta mar.

Me pregunto cómo sería vivir para cambiar la cosas, para hacerlas nuevas, con voluntad y tacto.

La voz del oficial de guardia me saca de mi ensoñación, es hora de subir a cubierta y coger mi catalejo, aun queda un universo por descubrir, dejemos a otros que lo remodelen.

Del barro solo queda una sombra de recuerdo fresco en la palma de mis manos.

jueves, junio 19, 2008

The Valley of Strathmore

Algo en la brisa me ha hablado de ti.
Tumbado, sin poder dormir, miraba la luna llena y tu recuerdo ha llenado la noche.
No se por qué, ni cómo, pero ahí estabas, clara y nitida como si no hubiesen pasado dieciseis años, casi la edad que teníamos entonces.

He visto tu sonrisa, tus lagrimas, mi pelo tan largo como el tuyo. He vuelto a sentir tus manos en mi cintura, tu cabeza en mi hombro, mis manos en tu cuello.

Y algo se ha agitado en mi interior.

Y aquí me tienes, desvelado en esta noche de verano, diciendole al mar lo que me hubiese gustado saber decirte entonces. Pero ya es tarde, nunca mas surcaremos juntos, colina abajo, aquellos mares verdes.

Cuanto daría por tenerte frente a mi, y volver a pasar una tarde perdido en tu sonrisa.

Y trato de dormirme mientras no deja de rondar por mi cabeza el estribillo de esa canción.
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