jueves, mayo 18, 2006

El olor de la noche.

Cuando reflexiono sobre mi afición al mar descarto rápidamente las respuestas fáciles y románticas de los libros al uso. No es el sentimiento de libertad, ni el reto de superación o el ansia de conocer y descubrir nuevos lugares lo que me empujó a la vida marinera.
Fué la brisa. Brisa como la que sopla esta noche de primavera madura, brisa que nos trae los anuncios de un verano próximo, puede que demasiado.
Hay muchas cosas fascinantes en la vida, algunas nos traen honor, otras dinero, unas pocas conocimento, pero son los pequeños momentos, los que nos traen la paz, ese estado de alegría sosegada, sin estridencias, que tanto se parece a un destello de felicidad.
En este momento, sobre el castillo de popa, mientras la guardia toca la campanilla que indica el paso de las horas y los cuartos, la fragancia de la madreselva de alguna costa cercana invade la noche, haciendo que retirarme a descansar sea una tarea de titanes.

7 Comments:

Blogger El Tio Matt dijo...

Recuerdo una noche de San Juan en la sierra madrileña descamisado, aullando a la luna...

Sige navegando.

11:26 a. m.  
Blogger Amhailt dijo...

Si, una noche repleta de olores y sensaciones. Lo cierto es que guardo muy buen recuerdo de ella.

12:15 p. m.  
Blogger Cris dijo...

Sigamos buscando esos momentos...

1:59 p. m.  
Blogger Danann dijo...

Suele ser habitual que la caída del sol nos traiga los momentos más sencillos y las fragancias más penetrantes que acaban por demorarnos un poco más antes de abandonar el puente de mando en pos del descanso merecido. A mí también me pasa cada noche. Vientos del sur llegan hasta mi lejano lugar, y encuentro en mi orilla huellas de pequeños pies o brillantes escamas rojas, rubíes desprendidos de la aleta de una sirena.

Merece la pena prorrogar un poco más el momento de retirarse a descansar.

11:35 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¿Me dejas embriagarme de tu brisa?

Abrazo orgiástico.

12:54 a. m.  
Blogger Marta dijo...

Después de navegar usted por mis menos apacibles aguas, vengo yo a su mar, más calmado, más tranquilo, más sereno. Es cierto que retirarme a descansar también es para mi a veces una tarea de titanes. Cuídate, gañancito, nos vemos antes de verano, ahora solo falta día y hora.

11:52 p. m.  
Blogger Amhailt dijo...

Cris, lo malo (o lo bueno) es que esos momentos no se buscan, se encuentran, asi que hay que estar alerta y no dejarlos pasar.

Danann, creo que al final hemos trastocado nuestras prioridades y preferimos que esos momentos se nos vayan entre los dedos por las obligaciones que nos autoimponemos. La verdad es que cada vez echo más de menos a ese tal Peter Pan, tal vez debería montar una expedición de rescate.

Ella, es un placer compartir travesia, además es poco pago por tus relatos.

Alma, dice el refran popular que "de las aguas mansas me guarde Dios, que de las bravas me guardo yo". Menos este fin de semana que ya casi es seguro que marcho al norte, elige tu, y alli estaré, te mando un correo y lo hablamos, ¿te parece?.

2:58 p. m.  

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