jueves, mayo 25, 2006

Capitanes intrepidos

Estos días he conocido la historia de un muchacho que trabaja conmigo. Su trabajo tiene poco que ver con el mío, y mi relación con él se limita a las buenas maneras y a unos minutos al día para comentar la jugada, pero el otro día me contó su historia.
Para mi es el tío de seguridad, un chaval alto y flaco, de sonrisa fácil. Un saharaui que salió de Marruecos tras ver como metían a su hermano dos añitos en la carcel por motivos políticos.
El tema de las pateras siempre me ha puesto los pelos de punta, intento hacerme a la idea de qué tiene que pasarle a una persona para dejarlo todo y jugarse la vida por alejarse de su hogar. Hasta ahora eran solo personas de la tele, en la distancia, sin nombres y sin apellidos, y con una existencia tan efímera como precaria. A los pocos minutos sus rostros no existían ya en mi memoria. Pero ahora lo tengo delante, todos los días, contandome sus 28 horas de trayecto, su brujula rota y las tres veces que se perdieron en el Atlántico, su absoluta certeza de ir a morir en una barca, hasta el extremo de darle la comida a los delfines, porque ya no le iba a hacer falta.

Y teniendolo delante sigo haciendome las preguntas, porque se que hacerselas a él iba a hacer que mi imaginación se quedase en pañales sobre lo que de verdad pasa por esos andurriales.

Sin estridencias, sin montar numeritos, y sin colocar medallitas que nadie quiere, porque lo que se busca es otra cosa, solo me queda quitarme la gorra ante aquellos que de verdad se embarcan hacia lo desconocido, no por valentía o afán de protagonismo, si no por la mera necesidad de seguir viviendo.

8 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Los delfines me fascinan. Me parecen los bichos más humanos, y encima son seres acuáticos. Ahora se ha descubierto que incluso las madres ponen nombres a sus crías. Me ha sobrecogido que ese chico diese su comida a los delfines en tales circunstancias. Eso demuestra su humanidad. Se merece haber llegado a buen puerto.

Besos orgiásticos.

7:18 p. m.  
Blogger Amhailt dijo...

La verdad es que en los momentos más complicados de la vida es cuando sale lo mejor o lo peor de nosotros.

2:18 a. m.  
Blogger Lena dijo...

Siempre he oído eso de que las personas que menos tienen son las que más dan, las que comparten lo poco que poseen contigo o con otro, por mera hospitalidad, porque sin más es su manera de ser y de hacer las cosas. Aún me queda tanto por aprender...
Un saludo,
Lena.

7:50 p. m.  
Blogger El Tio Matt dijo...

A veces me pregunto ¿que he hecho yo para merecer esto?, y me refiero a haber nacido donde he nacido.

Eso sí que es un lotería.

9:37 p. m.  
Blogger Cazadora de almas dijo...

Y nosotros preocupados por menudeces...cuando menos te lo esperas la vida te enseña su cara mas cruel...

Besitos!

12:36 p. m.  
Blogger Amhailt dijo...

Lena, no se si sera por que es su forma de ser o poruqe valoran reaqlmente lo que es una situación de necesidad, pero es cierto que las sociedad que viven en las c ondiciones más duras suelen ser las más hospitalarias.
Tio Matt, nada, no has hecho nada, por eso es ridiculo sentirse orgulloso de ser de un sitio u otro, como mucho hay que sentirse agradecido.
Cazadora, también es lógico que nos preocupemos por lo que nos rodea y que lo valoremos según nuestra propia experiencia, lo bueno es no perder la perspectiva y darnos cuenta de otras realidades diferentes a la nuestra.

10:37 a. m.  
Blogger Cris dijo...

Hay cosas que nunca dejan de llamarme la atención y de ponerme la carne de gallina, esta es una de ellas...

Gracias por acercarnos estas otras realidades. Un besito...

10:02 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

"... como mucho has de sentirte agradecido".

Mi capitán, es una verdad como un puño. Deberiamos estar pegandonos para que TODOS pudieramos tener un lugar desde el que poder (sobre)vivir dignamente, en igualdad de condiciones. Cuando alcancemos ese estado, entonces nos podremos poner con las tonterias de "a mi me mide más", o "mi hecho diferencial es más molón que el tuyo",o a discutir sobre el sexo de los angeles. "Primum vivere, deinde filosofare", que decian en los tiempos de Alopecius y Epicuro.

3:32 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.