viernes, junio 16, 2006

Metamorfosis

Desde crío me ha maravillado la transformación de los gusanos en mariposas. Podía pasarme el día contemplando ese bulto verde pegado a la rama de un árbol, esperando cualquier signo de cambio en el. Hasta que un día sucedía. Unos temblores y la cápsula empezaba a quebrarse, y poco a poco, con esfuerzo salía de su interior un ser deforme y húmedo, con las alas blandas y empapadas, que poco después se volvían tensas y hermosas.

En el mar es difícil verlo, pero para mi es una imagen recurrente. Durante mucho tiempo, cuando me he sentido gusano he buscado un sitio y un momento para retirarme a mi propio interior y volver convertido en algo mejor, capaz de volar de nuevo. Pero esos espacios y esos momentos no existen. No puedes esconderte en la bodega, o al menos no por mucho tiempo, así que la transformación casi nunca tiene los resultados deseados.

Observando el mar desde cubierta, cuando el agua de la lluvia te empapa, te das cuenta de que si esperas lo suficiente, esa lluvia acaba arrastrando muchas cosas que pesan el los bolsillos.


Es por eso, que ahora, cuando llueve, mientras la tripulación busca cobijo, intento ver la lluvia caer mansa sobre el mar, y sobre mi, llevándose además mis preocupaciones.

viernes, junio 09, 2006

Con la bodega vacía.

Hace unos días estuve charlando con otro capitán. Solemos navegar por las mismas aguas y habitualmente nos encontramos para hablar de lo humano y lo divino.
La otra noche vi el cansancio en su cara y en su voz. Dos años para nada, me contó, volver a casa con la bodega vacía y el corazón cansado.

No me resulta muy difícil entender esos sentimientos, pero debe ser que con los años uno va volviendose más sosegado. No diré que no siguen dándome pánico algunas situaciones, y que a veces, una angustia sin nombre se aposenta en mis tripas, pero por suerte en poco tiempo consigo sacarla de ahí.

Lo malo es no saber trasmitirlo. Es fácil, cuando ves las cosas desde la distancia, con la cabeza fría, darse cuenta de lo poco graves que son, pero, ¿como se lo haces ver a quien sufre por ello?, ¿Como explicar que la bodega vacía es una oportunidad para llenarla de nuevos tesoros, o que como dice el Criador de Cuervos, muchas veces lo mejor del viaje es el viaje mismo, y no el destino?, que esas caras, esas alegrías, esas risas y recuerdos, y esas lágrimas y amarguras ya son suyas para siempre, que nadie puede quitarselas y le harán mejor persona.

No lo se, pero espero que sepas que sigo navegando a tu lado. Al ritmo pausado de estos vientos de verano.
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